INCORPORACIÓN DEL DR. JESÚS BALDOMERO VALDEZ HERRERA COMO ACADEMICO
ASOCIADO – ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA
DÍA 08 DE JUNIO DE 2007, AREQUIPA – PERÚ
PALABRAS DE
AGRADECIMIENTO
Señor doctor Eduardo A. Pretell Zárate,
Presidente de la Academia Nacional de Medicina
Señor doctor Alberto Ramírez Ramos, Secretario
Permanente de la Academia Nacional de Medicina
Señor doctor Julio Lopera Quiroga, Coordinador
en Arequipa de la Filial de la Academia Nacional de Medicina
Señor doctor Ayar Peralta Vizcarra, Decano de
la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de San Agustín
Señor doctor Fernando Farfán Delgado, Decano
del Consejo Regional V – Colegio Médico del Perú
Señores Académicos de la ciudad de Arequipa
Señores Jefes y Autoridades Universitarias,
Hospitalarias y Presidentes de Sociedades Científicas Médicas
Señoras y Señores
Es muy emocionante estar delante de todos
ustedes y son mis primeras expresiones de saludo y gratitud al doctor Eduardo A.
Pretell Zárate, Presidente de la Academia Nacional de Medicina, distinguido médico
del país y pienso yo que honra a todos los académicos y a esta prestigiosa institución
científica al estar en estos momentos al frente de ella.
Es para mí sumamente grata la presencia, en
este honorable recinto, del doctor Alberto Ramírez Ramos, Secretario Permanente
de la Academia Nacional de Medicina, de brillante trayectoria en la Gastroenterología
nacional, además de reconocido Profesor de la Universidad Peruana Cayetano
Heredia, dedicado en la actualidad a la enseñanza e investigación, con prestigio
no solo en el Perú, sino también en el extranjero y en especial en los Estados
Unidos de Norteamérica. Su sencillez y su fan de transmitir los conocimientos
hicieron que yo lo admirara muchísimo desde el año de 1970 cuando lo conocí y
casi desde ese entonces me ha brindado una orientación muy valiosa en mis
estudios y en mi aperfeccionamiento.
Es un honor que él y el Dr. Pretell estén aquí con
nosotros.
El doctor Julio Lopera Quiroga es el Coordinador
de la Academia en la ciudad de Arequipa. Es un Señor. Es un Señor Profesor y la
decencia y conocimientos así como su generosidad que siempre lo han adornado,
es algo que me lleva al más genuino respeto y admiración a persona tan
distinguida y el afán de que sus numerosos alumnos desperdigados por todo el
mundo se superen y sean unos buenos profesionales y mejores personas dice mucho
de lo desprendido y bondadoso que es.
Me siento feliz por verlos a todos ustedes, mis
amigas y amigos y especialmente por la presencia aquí de las personas que más nos queremos: mi
esposa Bertha, mis hijos Saúl, Inesita y Rosa María y mis entrañables nietos
Marianita y Mateíto Valdez Olivera, así como mis hermanas y hermanos que por
una feliz coincidencia han venido de Lima o de fuera del Perú, y la gran carga
afectiva familiar que siempre nos ha unido no hace sino que la emotividad sea difícilmente
reprimida.
No puedo dejar de recordar a personas que ya no
están aquí, como es el caso de mi padre don Jesús Isaac Valdez Díaz, quién
siempre pensó que la honradez, el trabajo, el estudio, la educación y la
cultura eran los bienes más valiosos de todo ser humano.
Me siento feliz de mi educación escolar que
siempre fue en escuelitas fiscales, como es el caso del pago de El Monte en el
Valle de Majes, o en Monobamba en las selvas de Junín o en Cocotea, tierra del ilustrísimo
Dean Juan Gualberto Valdivia, o en la escuela N° 755 del hermoso pueblo de
Limatambo en el Cusco. Mis estudios secundarios fueron todos en el Colegio Nacional
de la Independencia Americana de Arequipa y luego de hacer un año del curso de
Premédicas en la Universidad Nacional de San Agustín, por un concurso realicé
mis estudios de medicina en la prestigiosa Facultad de Medicina de Porto
Alegre, en el Estado do Rio Grande do Sul en Brasil, donde en el transcurso de
mi formación médica pude darme cuenta de que el nivel académico de las escuelas
y colegios fiscales y nacionales del Perú eran de la misma calidad o quizás mayor
que la mayoría de países latinoamericanos. Esto ocurrió hace más de 40 años.
Queridos profesores del Perú y Brasil tienen un
lugar inolvidable en mis pensamientos y en mi corazón y apenas el tiempo me
permite mencionar al señor Miguel Corrales de la escuelita de El Monte, al
señor Terán de la escuelita de Monobamba, a la señorita Eufemia Alarcón de la
escuelita de Cocotea en el Valle de Tambo, al señor Juan Holguín de Limatambo
en el Cusco y al profesor Félix Montesinos Cabrera del Colegio Independencia
así como a los profesores Tuiskon Dick, Joao Carlos Prolla, y José Martíns Job
de Brasil. Los doctores Fuad Jarufe Mazzo, Guillermo Sanz Málaga, Víctor David
Perea Pérez, Carlos Neuenschwander Landa y el extinto don Javier Llosa García contribuyeron
muchísimo en mi formación profesional y los recuerdo con mucho afecto y
aprecio.
El haber trabajado sin interrupción el en
Hospital Obrero y luego en el Hospital Nacional Carlos Alberto Seguín Escobedo
de EsSalud, donde a lo mejor mi mayor contribución fue la fundación del Servicio de Gastroenterología y la
creación del primer programa de Residentado Médico en Gastroenterología fuera
de la ciudad de Lima, fue muy gratificante para mí y la dedicación a mi trabajo
me deja orgulloso sobre todo por el espíritu de libertad e independencia que
siempre me acompañó. Hubo tiempo para fundar junto a los profesores doctores
Víctor David Perea Pérez y Oscar Estremadoyro Robles la Sociedad de
Gastroenterología del Perú – Arequipa en noviembre del año de 1976 siendo hoy
en día esta Sociedad una de las más importantes del Sur del país.
En la Universidad Nacional de San Agustín mi
carrera comprendió las categorías desde Jefe de Prácticas hasta Profesor
Principal de Medicina, cargos que como es el caso del hospital, fueron siempre
ganados por concursos. Es hermoso encontrarse con distinguidos ex alumnos
cuando uno está dentro o fuera de Arequipa.
La Medicina en particular y la ciencia en
general están mostrando un adelanto inimaginable. Sea la Inmunología, la Genética,
el avance la de investigación como es el caso de las Células Madre, la
Imagenología, van a propiciar un enfoque muy diferente de nuestra profesión en
los próximos años. La depresión nerviosa, las enfermedades cardiovasculares y
cerebrales, las infecciones virales y bacterianas, la resistencia a los antibióticos,
las neoplasias y las afecciones degenerativas como la diabetes mellitus, la
enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades metabólicas constituirán la
principal preocupación en los próximos 25 años.
Los agentes infecciosos son una real preocupación.
Después de que me gradué de médico se reconoce e identifica al virus de la
hepatitis B, aparece la enfermedad por el virus de la inmunodeficiencia humana
o SIDA, atiendo a pacientes con cólera, y hacen apenas 15 años se reconoce al peligrosísimo,
y sin que todavía sepamos el extraordinario potencial mórbido, virus de la
hepatitis C, principal causa del cáncer de hígado. Más recientemente está el
virus H5 de la Gripe Aviar, que ya ha afectado a 54 millones de personas. Asustan
también la resistencia a medicamentos de enfermedades que nos asolan, como es
el caso de la tuberculosis y términos como Tuberculosis Multiresistente o
Extremadamente Resistente comprometen al país con una incidencia del 3 al 13 %
de los casos diagnosticados.
No podemos ignorar al medio ambiente. Nuestra querida
Arequipa es una de las ciudades más contaminadas del mundo, sin que haya
autoridad que nos proteja.
Vivimos gracia a la Teoría de los Fractales, y
se están dando felizmente pasos muy importantes de los médicos en el sentido de
crear una conciencia para lograr una ciudad más vivible, un entorno más sereno
y reposado, un rio limpio y una Arequipa Bella.
Muchísimos otros temas podríamos tratar. El avance
de la ciencia es inimaginable. Para el año 2050, la expectativa de vida del ser
humano es de 100 años. Pero… ¿Y el SER HUMANO?... el médico como Ser Humano que
ve a otro Ser Humano, el médico amigo, el médico de cabecera, el Dr. Paul
Ferdinand Gatchet, retratado por Van Gogh en junio de 1890, médico de los
pintores impresionistas franceses, el médico que quería que Antoine de
Saint-Exupery que le pusiera la mano en el hombro y le sonriera, el médico de
familia que las sociedades de los países más avanzados de mundo quieren
recuperar, ese Hipócrates que quiere
calmar el dolor, ese médico, ¿existe hoy en día?.
Es muy triste comprobar que muchos profesionales
piensan que el paciente es un eslabón más en la cadena de la informática moderna
y alguien a quién hay que “guardar” en la carpeta de la computadora. Qué triste
es comprobar cuántos médicos jóvenes ni siquiera saludan a sus mayores, se han
olvidado del humanismo y de la cultura y
que el valor de la caridad que se puede expresar en muchas formas, no existe.
Como ven ustedes nuestra profesión es muy
linda. Hay que quererla, sufrirla y tratar de mejorarla, pensando en el ser más
complejo del Universo que es el hombre.
No me queda sino, através del Presidente de la Academia
Nacional de Medicina, Dr. Eduardo A. Pretell Zarate, agradecer a todos ustedes
su infinita paciencia por escucharme.
Muchas gracias.
Arequipa 08 de junio 2007
Doctor Jesús Baldomero Valdez Herrera
Arequipa – Perú
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