martes, 20 de junio de 2017

INCORPORACIÓN DEL DR. JESÚS BALDOMERO VALDEZ HERRERA COMO ACADEMICO ASOCIADO – ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA DÍA 08 DE JUNIO DE 2007, AREQUIPA – PERÚ



 


INCORPORACIÓN DEL DR. JESÚS BALDOMERO VALDEZ HERRERA COMO ACADEMICO ASOCIADO – ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA
DÍA 08 DE JUNIO DE 2007, AREQUIPA – PERÚ


PALABRAS DE AGRADECIMIENTO

Señor doctor Eduardo A. Pretell Zárate, Presidente de la Academia Nacional de Medicina
Señor doctor Alberto Ramírez Ramos, Secretario Permanente de la Academia Nacional de Medicina
Señor doctor Julio Lopera Quiroga, Coordinador en Arequipa de la Filial de la Academia Nacional de Medicina
Señor doctor Ayar Peralta Vizcarra, Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de San Agustín
Señor doctor Fernando Farfán Delgado, Decano del Consejo Regional V – Colegio Médico del Perú
Señores Académicos de la ciudad de Arequipa
Señores Jefes y Autoridades Universitarias, Hospitalarias y Presidentes de Sociedades Científicas Médicas
Señoras y Señores


Es muy emocionante estar delante de todos ustedes y son mis primeras expresiones de saludo y gratitud al doctor Eduardo A. Pretell Zárate, Presidente de la Academia Nacional de Medicina, distinguido médico del país y pienso yo que honra a todos los académicos y a esta prestigiosa institución científica al estar en estos momentos al frente de ella.

Es para mí sumamente grata la presencia, en este honorable recinto, del doctor Alberto Ramírez Ramos, Secretario Permanente de la Academia Nacional de Medicina, de brillante trayectoria en la Gastroenterología nacional, además de reconocido Profesor de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, dedicado en la actualidad a la enseñanza e investigación, con prestigio no solo en el Perú, sino también en el extranjero y en especial en los Estados Unidos de Norteamérica. Su sencillez y su fan de transmitir los conocimientos hicieron que yo lo admirara muchísimo desde el año de 1970 cuando lo conocí y casi desde ese entonces me ha brindado una orientación muy valiosa en mis estudios y en mi aperfeccionamiento.

Es un honor que él y el Dr. Pretell estén aquí con nosotros.

El doctor Julio Lopera Quiroga es el Coordinador de la Academia en la ciudad de Arequipa. Es un Señor. Es un Señor Profesor y la decencia y conocimientos así como su generosidad que siempre lo han adornado, es algo que me lleva al más genuino respeto y admiración a persona tan distinguida y el afán de que sus numerosos alumnos desperdigados por todo el mundo se superen y sean unos buenos profesionales y mejores personas dice mucho de lo desprendido y bondadoso que es.

Me siento feliz por verlos a todos ustedes, mis amigas y amigos y especialmente por la presencia aquí  de las personas que más nos queremos: mi esposa Bertha, mis hijos Saúl, Inesita y Rosa María y mis entrañables nietos Marianita y Mateíto Valdez Olivera, así como mis hermanas y hermanos que por una feliz coincidencia han venido de Lima o de fuera del Perú, y la gran carga afectiva familiar que siempre nos ha unido no hace sino que la emotividad sea difícilmente reprimida.

No puedo dejar de recordar a personas que ya no están aquí, como es el caso de mi padre don Jesús Isaac Valdez Díaz, quién siempre pensó que la honradez, el trabajo, el estudio, la educación y la cultura eran los bienes más valiosos de todo ser humano.

Me siento feliz de mi educación escolar que siempre fue en escuelitas fiscales, como es el caso del pago de El Monte en el Valle de Majes, o en Monobamba en las selvas de Junín o en Cocotea, tierra del ilustrísimo Dean Juan Gualberto Valdivia, o en la escuela N° 755 del hermoso pueblo de Limatambo en el Cusco. Mis estudios secundarios fueron todos en el Colegio Nacional de la Independencia Americana de Arequipa y luego de hacer un año del curso de Premédicas en la Universidad Nacional de San Agustín, por un concurso realicé mis estudios de medicina en la prestigiosa Facultad de Medicina de Porto Alegre, en el Estado do Rio Grande do Sul en Brasil, donde en el transcurso de mi formación médica pude darme cuenta de que el nivel académico de las escuelas y colegios fiscales y nacionales del Perú eran de la misma calidad o quizás mayor que la mayoría de países latinoamericanos. Esto ocurrió hace más de 40 años.

Queridos profesores del Perú y Brasil tienen un lugar inolvidable en mis pensamientos y en mi corazón y apenas el tiempo me permite mencionar al señor Miguel Corrales de la escuelita de El Monte, al señor Terán de la escuelita de Monobamba, a la señorita Eufemia Alarcón de la escuelita de Cocotea en el Valle de Tambo, al señor Juan Holguín de Limatambo en el Cusco y al profesor Félix Montesinos Cabrera del Colegio Independencia así como a los profesores Tuiskon Dick, Joao Carlos Prolla, y José Martíns Job de Brasil. Los doctores Fuad Jarufe Mazzo, Guillermo Sanz Málaga, Víctor David Perea Pérez, Carlos Neuenschwander Landa y el extinto don Javier Llosa García contribuyeron muchísimo en mi formación profesional y los recuerdo con mucho afecto y aprecio.

El haber trabajado sin interrupción el en Hospital Obrero y luego en el Hospital Nacional Carlos Alberto Seguín Escobedo de EsSalud, donde a lo mejor mi mayor contribución fue la fundación  del Servicio de Gastroenterología y la creación del primer programa de Residentado Médico en Gastroenterología fuera de la ciudad de Lima, fue muy gratificante para mí y la dedicación a mi trabajo me deja orgulloso sobre todo por el espíritu de libertad e independencia que siempre me acompañó. Hubo tiempo para fundar junto a los profesores doctores Víctor David Perea Pérez y Oscar Estremadoyro Robles la Sociedad de Gastroenterología del Perú – Arequipa en noviembre del año de 1976 siendo hoy en día esta Sociedad una de las más importantes del Sur del país.

En la Universidad Nacional de San Agustín mi carrera comprendió las categorías desde Jefe de Prácticas hasta Profesor Principal de Medicina, cargos que como es el caso del hospital, fueron siempre ganados por concursos. Es hermoso encontrarse con distinguidos ex alumnos cuando uno está dentro o fuera de Arequipa.

La Medicina en particular y la ciencia en general están mostrando un adelanto inimaginable. Sea la Inmunología, la Genética, el avance la de investigación como es el caso de las Células Madre, la Imagenología, van a propiciar un enfoque muy diferente de nuestra profesión en los próximos años. La depresión nerviosa, las enfermedades cardiovasculares y cerebrales, las infecciones virales y bacterianas, la resistencia a los antibióticos, las neoplasias y las afecciones degenerativas como la diabetes mellitus, la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades metabólicas constituirán la principal preocupación en los próximos 25 años.

Los agentes infecciosos son una real preocupación. Después de que me gradué de médico se reconoce e identifica al virus de la hepatitis B, aparece la enfermedad por el virus de la inmunodeficiencia humana o SIDA, atiendo a pacientes con cólera, y hacen apenas 15 años se reconoce al peligrosísimo, y sin que todavía sepamos el extraordinario potencial mórbido, virus de la hepatitis C, principal causa del cáncer de hígado. Más recientemente está el virus H5 de la Gripe Aviar, que ya ha afectado a 54 millones de personas. Asustan también la resistencia a medicamentos de enfermedades que nos asolan, como es el caso de la tuberculosis y términos como Tuberculosis Multiresistente o Extremadamente Resistente comprometen al país con una incidencia del 3 al 13 % de los casos diagnosticados.

No podemos ignorar al medio ambiente. Nuestra querida Arequipa es una de las ciudades más contaminadas del mundo, sin que haya autoridad que nos proteja.

Vivimos gracia a la Teoría de los Fractales, y se están dando felizmente pasos muy importantes de los médicos en el sentido de crear una conciencia para lograr una ciudad más vivible, un entorno más sereno y reposado, un rio limpio y una Arequipa Bella.

Muchísimos otros temas podríamos tratar. El avance de la ciencia es inimaginable. Para el año 2050, la expectativa de vida del ser humano es de 100 años. Pero… ¿Y el SER HUMANO?... el médico como Ser Humano que ve a otro Ser Humano, el médico amigo, el médico de cabecera, el Dr. Paul Ferdinand Gatchet, retratado por Van Gogh en junio de 1890, médico de los pintores impresionistas franceses, el médico que quería que Antoine de Saint-Exupery que le pusiera la mano en el hombro y le sonriera, el médico de familia que las sociedades de los países más avanzados de mundo quieren recuperar,  ese Hipócrates que quiere calmar el dolor, ese médico, ¿existe hoy en día?.

Es muy triste comprobar que muchos profesionales piensan que el paciente es un eslabón más en la cadena de la informática moderna y alguien a quién hay que “guardar” en la carpeta de la computadora. Qué triste es comprobar cuántos médicos jóvenes ni siquiera saludan a sus mayores, se han olvidado del  humanismo y de la cultura y que el valor de la caridad que se puede expresar en muchas formas, no existe.

Como ven ustedes nuestra profesión es muy linda. Hay que quererla, sufrirla y tratar de mejorarla, pensando en el ser más complejo del Universo que es el hombre.

No me queda sino, através del Presidente de la Academia Nacional de Medicina, Dr. Eduardo A. Pretell Zarate, agradecer a todos ustedes su infinita paciencia por escucharme.

Muchas gracias.

Arequipa 08 de junio 2007

Doctor Jesús Baldomero Valdez Herrera
Arequipa – Perú





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